Rebeca vital

Rebeca vital
Cuernavaca, Morelos (2010)

viernes, 10 de junio de 2011

Roberto Careaga entrevista a Rebeca

Mario Santiago, perpetua erupción

Entrevista a Rebeca López
msp
Rebeca López responde el 10 de diciembre desde el DF México. Le escribo para hablar de Beso Eterno, el primer libro (¿libro? ¿plaquete?) que publicó su esposo, Mario Santiago Papasquiero (1953-1998). Ya se sabe: Lanzallamas lo publica en Chile en su colección de (fan)zines. El mail de Rebeca me lo pasa Roberto Contreras, quien aprovecha de insistirme que Santiago no era Ulises Lima. Vale, no era. Un “outsider”, prefiere Rebeca. Era acaso el espíritu salvaje del infrarrealismo y sigue vagando en las callejuelas de la poesía latinoamericana como alma en pena. La muerte no es un problema. (Nota: sobre la muerte de Santiago, Rebeca prefirió no contestar. Luego, después que le pidiera disculpas por entrometerme, algo me dijo. Está al final)
¿Cómo llegó a suceder que Mario Santiago nunca publicara un libro sino hasta 1995?
Publicó su primera plaquete en 1995 y, más tarde, en 1996, su libro Aullido de cisne, por una cruza de circunstancias y por una actitud vital. Aunque desde 1973 publicó en revistas, periódicos y en algunas hojas de poesía, lo cierto es que para él la poesía era, sobre todo, su manera de viajar a través de la vida, cruzando un camino de esencia luminosa, en el que apostaba toda respiración, tranco y alma; era su perpetua “cabalgadura sobre crestas de olas” y “visiones suicidas”, siempre en perpetua erupción, viviendo al máximo, en la absoluta combustión de sus puntos cardinales: poesía, caminata, sueño y fraternidad. No buscó la publicación de su obra como motivo primero para realizarla, la hizo sobre todo para cruzar la vida, con la certeza de que se puede leer en ella. Así que, por un lado, el hecho es que no buscaba publicar a toda costa, pero aún así se publicaron poemas en revistas de España, Argentina, El Salvador, Perú y Estados Unidos, en un acto de compartir e intercambiar con espacios y poetas afines, en una especie de celebración común que iniciara durante la publicación de la revista Zarazo junto con Joseantonio Suárez, y siguió en su comunicación y encuentro con los poetas de Hora zero, y donde esa celebración se volvió apoteósica fue en su andar con los poetas infrarrealistas, con quienes publicó en las revistas Pájaro de calor y Correspondencia infra, y en la antología de poesía latinoamericana que armara con Bolaño: Muchachos desnudos bajo el arcoíris de fuego. Lo más abundante que publicó, sin ser aún un poemario o libro, fue una antología mínima en la revista Leprosa, en 1980. Lo suyo era escritura y vida entrelazadas, antes que la autopromoción o la búsqueda de un asiento entre los reconocidos, si eso implicaba caravanear o dejarse coartar.
El azar, como se lee en el prólogo de Beso Eterno, fue decisivo para armar este libro. ¿Es así? ¿De entre cuántos poemas salieron los que conforman este libro?
De entre montones y montones que dejaron asomar esos y no otros. No los buscó, no es que recordara haber escrito tal o cual, todos estaban escritos por ahí y quedaban frente a sus ojos por algún ligero movimiento del día, ya fuera por tomar un libro, una hoja escrita o que al final de la noche, en el desvelo, se reencontrara con algún poema escrito años atrás y que, de manera natural, se acomodara a lo que iba seleccionando, cuajándose poco a poco un pequeño homenaje a varias presencias que le fueran cruciales.
¿Me puedes contar cómo recuerdas el día que falleció Mario Santiago? ¿Cómo fue ese día?
Disculpa, todavía no puedo contar algo tan cercano… *
¿Qué significaba el movimiento infrarrealista para Mario Santiago?
Él mismo decía: el movimiento infrarrealista es una fraternidad de outsiders dispuestos a todo. Y en su extenso poema “Ya lejos de la carretera”, que es de alguna manera una declaración de la poética infra, dice: “Nuestra lengua ha sido púa Es sandía / chorreante vagabunda de ancha risa Aventura que nos ha abierto escoriaciones Lo que éramos lo somos en el crescendo de los ecos”
¿Cómo se veía tu esposo dentro de la poesía mexicana o latinoamericana?
Dentro de la POESÍA, y su universal destello.
¿Existe mucho material inédito de Mario Santiago?
Sí, en el tiempo de la revisión de materiales para integrar la antología Jeta de santo (FCE, ESPAÑA, 2008), Mario Raúl Guzmán y yo trabajamos principalmente con textos que estaban transcritos, y ya revisados y corregidos por Mario Santiago, leímos más de 1500 cuartillas y, sin embargo, faltan aún por revisarse muchos poemas que se encuentran manuscritos en sus libros, hojas sueltas, volantes, servilletas, cajas de cerillos, boletos del metro, mas todo lo que debe haber en los distintos países y lugares en los que vivió y que, de tanto en tanto, los amigos me hacen llegar de manera generosa. Santiago escribió desde antes de 1971 y no paró, sino hasta el día de su muerte en 1998, así que material inédito hay muchísimo.
¿Tienes planes de publicar libros inéditos de tu esposo?
Estamos trabajando ya en una segunda antología. Mario Santiago no dejó su poesía organizada en libros, él escribía poemas pero sin pensar en estructurarlos entre sí al momento de su escritura. Sin embargo, muchos poemas se relacionan unos con otros de manera natural y esa es la ruta para construir esta segunda antología.
A Mario Santiago muchos lo conocimos como el amigo legendario de Roberto Bolaño. ¿Crees que el personaje de Ulises Lima, creado por Bolaño, retrata a Mario Santiago?
Ulises Lima retrata la imagen que de él tuvo Roberto, aunque sí hay varios trazos de Mario Santiago en Ulises Lima que muestran un tanto, por ejemplo, la escena en la que llegan Arturo B y Ulises Lima en medio de una sesión del taller y Ulises capta la atención con un comentario crítico y lúdico, se hace el silencio y la tensión y Ulises saca un fajo de hojas y se pone a leer un poema contundente, que por cierto el poema al que se refiere es “Consejos de 1 discípulo de Marx a 1 fanático de Heidegger”. La intensidad de Mario se muestra, y su entrega total a la poesía, también. Lo que retrata Roberto, de cabo a rabo, es una amistad enorme.
¿Cómo fue la relación que mantuvo Mario Santiago con Bolaño a través de los años? ¿Fueron amigos en los 80 y 90?
Fue una relación de amistad que se conservó en la semilla de un crecimiento compartido, de una aventura llevada a cabo con igual pasión, y ahí el enorme puente que siempre se mantuvo fue el de la poesía. Claro, la distancia física y el silencio existieron (pues pocas veces Mario Santiago tuvo teléfono en casa y porque ya después no era de sentarse a escribir cartas), pero había ya mucha entraña germinada en ambos. Al paso de los años tenían noticias uno del otro por amigos, sobre todo Roberto era quien recibía noticias; más tarde, cuando Roberto empezó a publicar le hacía llegar sus libros recién salidos o alguna carta con amigos comunes, Santiago se alegraba de eso y los recibía con júbilo y no paraba de hablar de lo que le contaba Roberto en las cartas durante días. En el tiempo de la editorial Al este del paraíso, que formó en 1995, Santiago invitó a Roberto a que enviara un libro. Y a su vez, más tarde, Roberto le contó en alguna carta que se encontraba escribiendo Los detectives salvajes y que él era ahí un personaje llamado Ulises Lima, y Mario Santiago sonrió.
* No te preocupes por la pregunta, sé que alrededor de la muerte de Santiago se han construido mitos, especulaciones y teorías muy descabelladas, es decir que hay materia de invención, pero la realidad no escapa a una circunstancia en consecuencia y coherencia con un vivir permanentemente en el filo de la navaja, lo cual no me consuela en absoluto…
Roberto Careaga
Diciembre de 2009